Para acceder a financiación externa, las entidades de crédito solicitan diversos certificados. Y con ellos evalúan la situación financiera del solicitante.
Un certificado de ingresos estables es un documento muy habitual en estos procesos. Esto acredita que una persona o empresa recibe ganancias con regularidad. Y por lo tanto, que podrá hacer frente al pago del préstamo.
¿Qué incluye un certificado de ingresos estables?
Un certificado de ingresos estables es un documento que acredita los ingresos recibidos por una empresa o un particular.
En el caso de las personas físicas, un certificado de ingresos estables puede ser una nómina o una declaración de la renta. Allí deben figurar los cobros de esa persona. El contenido de una declaración de la renta también se utiliza para valorar los ingresos de una empresa y determinar su situación financiera.
Por lo general se solicitan documentos que acrediten que la persona o empresa ha recibido pagos durante un período determinado. Y este suele ser de entre 3 y 12 meses.
¿Para qué se utiliza un certificado de ingresos estables?
Este documento acredita que una persona física o jurídica está ingresando una cantidad de dinero con cierta periodicidad. Además, se puede llevar a cabo una estimación acerca de sus ingresos, para valorar la devolución de un préstamo.
Por lo tanto, un documento que actúe como un certificado de ingresos estables sirve para valorar la respuesta de pago ante un préstamo. Sin importar si se trata de una nómina, una declaración de renta u otro documento.
En este caso, la entidad de crédito busca una base financiera con la que se asegure de que las deudas van a ser pagadas.
El principal objetivo es amortizar el préstamo sin que el solicitante incurra en impagos. Este documento también se puede utilizar para valorar la cantidad que se puede otorgar en un crédito.
¿Es obligatorio contar con un certificado de ingresos estables?
Para acceder a gran parte de los préstamos que conceden las entidades de crédito sí es obligatorio. Cada entidad establece unas condiciones determinadas y depende el tipo de crédito que solicites.
En el caso de los créditos para empresas, habitualmente se solicitan las declaraciones de impuestos. Por ejemplo las liquidaciones de IVA. Esto sirve para comprobar el volumen de negocio de la empresa o autónomo, y el tipo de préstamo al que puede acceder.
Préstamos para particulares y autónomos
¿Qué ingresos no son válidos para solicitar un préstamo?
Todos aquellos ingresos que no sean regulares no van a repercutir en las condiciones del préstamo, algunos ejemplos son:
- Un particular con un contrato temporal.
- Una empresa sin ingresos regulares.
- Un autónomo que no reciba beneficios durante ciertos períodos de su actividad.
Debido a su situación, no podrán entregar un certificado de ingresos estables lo suficientemente fiable como para obtener un crédito.
En estos casos existe una alternativa, se trata de un certificado de patrimonio. Con este certificado podemos demostrar que contamos con un patrimonio que respalda la inversión. A pesar de no recibir ingresos de forma regular.
Es importante insistir que cada entidad crediticia establece sus propias normas. Presentar un certificado de ingresos estables no determina la aceptación o denegación de un crédito.
Además, su validez también depende de la cantidad de dinero solicitada y los plazos de devolución.
¿Es suficiente un contrato indefinido para solicitar un préstamo?
Un trabajador por cuenta ajena con un contrato indefinido puede usar el contrato como certificado de ingresos estable.
Esto funciona siempre y cuando haya superado el período de prueba, si el contrato establece esta condición. Sin embargo, este no es el único requisito que se tiene en cuenta.
Para muchas entidades de crédito es importante que el titular lleve trabajando un período determinado en la empresa. Por lo tanto, será necesario presentar varias nóminas.
En algunos casos también puede ser necesario demostrar la capacidad de ahorro o el patrimonio de la persona que solicita el crédito.
Respecto a las empresas y los autónomos, solicitar un crédito implica presentar una declaración de impuestos. Por sí sola, esta declaración no implica la concesión automática del crédito. Es necesario que los ingresos se adecúen a un mínimo, para que la entidad crediticia acepte la solicitud.
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