Herencia o donación en vida: ¿qué conviene?

En contraparte a esto tenemos la donación en vida que, como su nombre lo señala, hace posible que el titular transfiera sus bienes a otra persona en vida. Cuando se realiza una donación en vida, el beneficiario tiene el deber de aceptar o llegar a un acuerdo con el titular.

En este punto, hay otra diferencia clave que te ayudará a elegir entre herencia o donación en vida. En el primer caso, lo que se dicte en el testamento es irrevocable y no se puede cambiar si el titular ha muerto. En cambio, con la donación en vida, el titular y el beneficiario pueden establecer consensos y cambiar algunos aspectos.

Además de esto, otro factor clave para definir si te conviene herencia o donación es vida es que esta última se puede revertir cuando se estipula un contrato y este es incumplido o también cuando el beneficiario de los bienes incurre en un delito contra el donador. 

¿Qué impuestos se pagan?

Antes de tomar una decisión entre herencia o donación en vida, debes comprender qué los impuestos deben pagarse sí o sí. En el siguiente apartado veremos cuáles son las obligaciones fiscales que te corresponde asumir. 

Impuesto de Sucesiones y Donaciones

El Impuesto de Sucesiones y Donaciones es obligatorio y lo pagas por el hecho de recibir bienes de otra persona en forma de herencia o donación en vida. Si bien es cierto que estos dos procesos son diferentes, este tipo de impuesto se agrupa en un mismo ámbito jurídico.

Cuando pagas el ISD, esto aparecerá reflejado en tu declaración de la renta. Vale decir que, en el caso de la herencia, hasta que no pagues el impuesto no puedes hacer uso de los bienes que se te hayan otorgado.

Plusvalía Municipal

No importa si se trata de herencia o donación en vida, en ambos casos se tiene la obligación de responder por la plusvalía municipal. Este pago es crucial para reconocer el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, (IIVTNU). 

Impuesto a la Renta de Personas Físicas (IRPF)

Este último impuesto es uno de los que supone mayor complejidad para quienes se encuentran entre la herencia o donación en vida. Este tipo de impuesto recae sobre las donaciones en vida, pero hay ciertos casos de exención. 

En el caso de que los bienes recibidos en donación incrementen su valor luego de esto, tienes que incluir la ganancia en la declaración de la renta y pagar el IRPF que corresponde. Si bien es cierto que el porcentaje puede variar, por lo general se ubica en un 20%.

¿Existen exenciones en la donación en vida?

Como destacamos antes, si hay ciertas exenciones en las que no tendrías que pagar IRPF por recibir una donación en vida. Veamos cuáles son:

• Cuando recibes una donación de casa de uso habitual y eres una persona con más de 65 años.
• Si se trata de una casa cuya tenencia no supere un año.
• Cuando la donación implica la división del derecho de propiedad en dos elementos: nuda propiedad y usufructo. Es decir, que el donante otorga la nuda, pero sigue usando el bien y como beneficiario, solo puedes acceder a la propiedad cuando el donante haya muerto.

Heredar es más económico, pero más complejo

Elegir entre herencia o donación en vida es bastante complicado por las características de cada proceso. En general, la donación en vida implica más gastos si vemos todos los impuestos a pagar, por lo que la herencia sería una buena alternativa si quieres ahorrar, pero más compleja.

Lo primero y más importante que debes hacer para tomar una buena decisión es buscar orientación profesional sobre el tema. Son muchos los factores que debes tener claros en estos procesos, como por ejemplo, los términos fiscales de cada uno. 

Donar en vida es una buena opción para favorecer a una persona directamente, sea familiar directo o no, ya que los bienes se entregan de una vez. En el caso de la herencia, hay que esperar que la persona fallezca y realizar todos los trámites que la ley exija para poder hacer uso de los bienes.

En otro punto crucial, la donación implica un gran beneficio cuando se trata de bienes con cuantías elevadas. Asimismo, es un camino adecuado cuando en la aceptación de la herencia, se tiene presente el posible desacuerdo entre herederos o si el caudal hereditario constituye acciones en empresas.