Cuando un familiar muere y te llaman como heredero en la lectura del testamento, puedes hacer dos cosas o bien aceptar o rechazar los bienes. Sin embargo, muchas personas no saben que tienen derecho a renunciar a una herencia, aunque esto no es lo más común.
Asumir una herencia implica no solo adquirir las propiedades y demás bienes del titular, sino hacerse responsable por las obligaciones pendientes de este. Si tienes dudas sobre la aceptación de la herencia y no tienes claro si hacerlo o no, te recomendamos leer este blog hasta el final.
¿Qué significa renunciar a una herencia?
Lo primero que tienes que comprender es que al ser llamado a la herencia, puedes negarte a recibir el caudal hereditario si así lo deseas. Las herencias en sí mismas implican un proceso legal complejo, sobre todo por el hecho de que se acaba de perder a un familiar, por lo que es importante entender en qué consiste cada término.
Renunciar a una herencia o repudiar la herencia (en jerga jurídica) es rechazar el derecho sobre los bienes que te ha dejado el titular en su testamento. Dicho de otro modo, cuando haces esto no vas a recibir nada de lo que el fallecido quiso dejarte o lo que te corresponde por Ley.
Si bien es cierto que esto implica que no tendrías que asumir las deudas, tampoco podrás disfrutar del resto de bienes en ningún momento. Pero ten claro que al renunciar a una herencia, no hay vuelta atrás, por lo que no te puedes arrepentir una vez que hayas iniciado el proceso.
¿Cómo se renuncia a una herencia?
Como destacamos antes, todo lo que tiene que ver con bienes heredados es complejo y renunciar a una herencia no es la excepción. Para completar este procedimiento de forma legal y clara tienes que acudir con un notario para manifestar tu deseo por medio de una escritura pública y expresa.
No basta con manifestar en la lectura del testamento que no quieres recibir los bienes o no presentarte, ya que esto se puede tomar como una aceptación tácita de la herencia. Por ejemplo, si no vas a la lectura y no aceptas expresamente la herencia, pero usas el dinero otorgado para pagar una deuda del titular, esto se asume como aceptación tácita.
Y según el artículo 1005 del Código Civil si no hay ninguna pronunciación de parte de los herederos, el notario pedirá una respuesta en 30 días y si no te manifiestas, se tomará como una aceptación.
En cuanto a los costes de renunciar a una herencia, son únicamente los del notario y esto tiene que ver directamente con la cantidad de folios que tenga la escritura en cuestión. El valor promedio que debes pagar por esto es de unos 150 euros.
Las situaciones en las que conviene renunciar a una herencia
Al contrario de lo que muchos piensan, aceptar una herencia puede implicar muchos más gastos y dolores de cabeza financieros que otra cosa, cuando el titular de los bienes tenía deudas pendientes y otras obligaciones.
Heredar es una acción voluntaria, por lo que la Ley española no te obliga a aceptar los bienes en ningún momento. Una de las situaciones en las que muchas personas renuncian a la herencia es cuando las deudas son mayores al valor de los bienes heredados. Excepto que esos bienes tengan un valor especial para ti, en estos casos conviene renunciar a la herencia para no asumir las deudas.
Por otro lado, si aceptas la herencia con propiedades deterioradas que requieren de reformas, esto supone grandes gastos que quizás no puedas cubrir con el dinero heredado. En cualquiera de estos contextos, conviene renunciar a una herencia.
2 opciones para no renunciar a una herencia
Si fuiste llamado como heredero y no quieres repudiar la herencia, todavía hay opciones disponibles para ti. Si bien es cierto que no todos quieren asumir nuevos gastos y responsabilidades, hay alternativas interesantes que te pueden ayudar:
#1 Aceptar la herencia a beneficio del inventario
Esta es una forma común de aceptar la herencia sin riesgos. El beneficio de inventario quiere decir que asumes los bienes y obligaciones del titular, pero cubrirás estas últimas hasta donde el capital heredado alcance. Dicho de otra forma, no tienes que usar tu patrimonio para responder por ninguna deuda pendiente que haya dejado el testador.
No obstante, debes recordar que esta forma de aceptación de la herencia no te exime del pago de impuestos por transmisión de bienes, ni costes de plusvalía municipal o notario relacionados.
#2 Solicitar un préstamo para pagar deudas y gastos
La segunda opción es una alternativa bastante buena si quieres aceptar la herencia de forma simple y segura. Los préstamos para aceptar herencias sirven para hacer frente a deudas pendientes, el pago de impuestos y notarios, sin tener que tocar tus ahorros. Y en empresas como Prestamo Capital puedes usar la propiedad heredada como garantía del préstamo.
Una ventaja importante de un crédito como este es que al utilizar un inmueble como aval es posible recibir grandes cantidades de dinero desde 10.000 € a 300.000 € para responder por todos los gastos de la herencia y usar el resto del dinero en lo que consideres necesario.
Lo mejor de todo es que los plazos de devolución se extienden hasta por 20 años, lo que se traduce en cuotas mensuales mínimas y la oportunidad de reestructurar tu situación financiera sin problemas. Finalmente, pero no menos importante, no importa si estás en ASNEF, ya que en Prestamo Capital ofrecemos préstamos a morosos.